En comunicación con “El Repaso”, por Radio Provincia, el especialista en mercado de capitales dijo que lo sorprendió lo de Julie Kozack, la vocera del FMI, diciendo que la Argentina tiene que encaminarse hacia un plan más consistente para evitar los shocks externos y avanzar en la acumulación de reservas.
“Ya lo había dicho el Banco Internacional Berkley que advirtió que la deficiencia del programa de Caputo y Milei tienen que ver con la falta de acumulación de reservas y que las reservas netas del Banco Central son tremendamente negativas. Estás en 6 mil millones de dólares en negativo y a 13 mil millones de dólares de cumplir la meta con el FMI” -especificó.
En esa línea advirtió que “la argentina no cumplió la meta de acumulación de reservas en julio ni ahora en diciembre, por lo que el gobierno va a tener que volver a recurrir al weaver para poder sostener el acuerdo con el fondo”.
Consultado sobre por qué el gobierno no acumula reservas, Battista explicó que “estaban convencidos de que no era necesario y que los dólares que necesita la Argentina iban a entrar por el dólar colchón, las inversiones internacionales por el RIGI y por los fondos de inversión. Como nada de eso ocurrió, y ante la presión de todos los organismos, el gobierno acepta que tiene que comprar reservas”.
Agregó que “el problema es que tienen un tipo de cambio atrasado pero los importadores, los que veranean en el exterior y los que ahorran siguen comprando y la demanda es tan alta que si el BCRA compra, se dispara a 1.600 en un rato”.
En ese sentido anticipó que “la economía argentina, bajo este esquema de bandas de flotación, está predispuesto a que se consuman más dólares de los que se producen y esos baches se cubren con deuda”.
En cuanto a la situación del bolsillo de los argentinos, Battista explicó que “la licuación de los ingresos es para que no se compren tantos dólares, para que se ahorre menos, se gaste menos y se consuma menos. Eso es parte del plan para contener la inflación. Y la industria, que también demanda muchos dólares, se enfrenta a una importación puerta a puerta y está en una situación tan delicada como la de la década del 90”.
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