En diálogo con Pase lo que Pase alertó que el Gobierno viene a plantear “una reforma antiobrera que viene a quitar derechos conquistados” y calificó como falsos los argumentos de la gestión libertaria cuando sostiene que el objetivo de la reforma es terminar con la informalidad, sino que por el contrario, “se avanzará en la uberización” del empleo.
Seguido, precisó que como repartidora “trabajamos a destajo por pedido entregado” y que cada uno de ellos reporta entre 1500 y 2000. “Cada vez recorremos más kilómetros por la misma plata”, denunció. “Tenemos que trabajar 6 o 7 días a la semana 10 horas por día para mantener a una familia”. En ese sentido, explicó: “Estamos totalmente desregulados, las empresas operan por fuera de todos los marcos legales y los derechos conocidos como francos, fines de semana y vacaciones”. Según estimó, entre 120 mil y 180 mil trabajadores padecen este sistema.
“No tenemos ninguna cobertura, ART, seguro de vida y tuvimos en caso de una compañera que falleció trabajando a la que ni siquiera le pagaron el sepelio”, y opinó que “este modelo es el que el Gobierno quiere que todos pasen a integrar”.
“Lo que hacen es degradar la condición de vida del trabajador para beneficiar a unos pocos bolsillos” continuó, y alertó: “atravesamos una esclavitud moderna y es lo que quieren legalizar” con la reforma.