Al comienzo de la entrevista en el programa Historia Nocturna por Radio Provincia AM1270, Karen Robert expresó: “El libro trata del Ford Falcon, pero igualmente trata los casos de los desaparecidos de la fábrica de Ford. Yo me vine a la Argentina en 1992 para hacer la investigación de una tesis de doctorado que no tenía nada que ver con este tema. Eso fue a una década de la transición democrática, era muy jovencita y no tenía marco para entender todo esto. Una cosa que me llamo la atención, que llamo la atención de un montón de extranjeros, fue esa potencia cultural del Ford Falcon”.
En ese sentido, indicó: “En el 92 había miles de esos autos en la calle de Buenos Aires. Lo que me llamaba la atención eran todas respuestas muy contradictorias que encontraba en la vida cotidiana. Un amigo mío argentino, colega en Canadá y exiliado, me dijo 'yo no me subo a un Falcon'. Después otra gente hablaba maravillas del auto, decía que era el clásico argentino en el TC. Noté esa nostalgia, nacionalismo y orgullo de que se haya fabricado acá”. A lo que agregó: “No era un proyecto de investigación, pero me llamo la atención y me quedó como una curiosidad. Me preguntaba por qué Ford se asoció tan abiertamente con la dictadura. Hubo dos o tres cosas que me abrieron, como diez años más tarde, la idea de que eso podía ser un libro”.
Por otra parte, la autora de Driving Terror. Labor, Violence, and Justice in Cold War Argentina detalló: “Lo estamos traduciendo con mi pareja, que trabajó de periodista acá y maneja muy bien el idioma. Tengo un arreglo verbal con una editorial de Argentina para que salga en el 2026”. Mientras que precisó: “Yo decidí tomar desde los orígenes del Falcon, no arrancar desde 1976 o 1969 que sería lo más común para tratar esa época. Yo quería, como muchos historiadores, volver a los orígenes. Entonces el Falcon fue diseñado en Estados Unidos a finales de los años 50 para enfrentar la competencia que venía al mercado doméstico con la llegada del Volkswagen”.
“Robert McNamara encabezó el proyecto del diseño. Decidió que con el Falcon quería volver a los valores de Henry Ford padre con un auto económico, bien hecho y sencillo. De ahí, él tiene tanto éxito que lo ponen de presidente de Ford Motor Company y luego lo invitan a participar en el gobierno de Kennedy como secretario de Defensa de los Estados Unidos”, continuó. “Yo ya estaba pensando que esa periodización que empieza a finales de los 50 era medio toda la Guerra Fría. No es solo la dictadura acá. Después cuando empecé a entender un poco la ideología que estaba atrás del Falcon, en el marco también de la Alianza para el Progreso, tenía que ver mucho con procesos más amplios de la Guerra Fría. Trato de armar ese argumento que tenía una carga ideológica mucho antes del golpe en Argentina”, añadió.
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