En su mensaje, el mandatario bonaerense señaló: “No quería dejar de compartir algunas reflexiones que son importantes de cara a estas elecciones del 7 de septiembre y luego las de octubre. Algunas tienen que ver con el papel del Estado y sus trabajadores”.
“Yo no recuerdo -afirmó- ninguna etapa con una campaña tan intensa, tan descarada, tan frontal contra el papel del Estado. No es la primera pero probablemente sea la más agresiva”.
Además, destacó que “a pesar de que recibimos la provincia vaciada por Vidal y ahora nos quieren quitar los recursos, acabamos de cerrar paritarias con acuerdo de todos los sindicatos. Eso no quiere decir que estemos conformes y que sea suficiente, pero vaya mi agradecimiento por la comprensión y la madurez política y por el acompañamiento al gobierno de la provincia”.
Por otra parte, afirmó que “Milei planteó que en el seno de la sociedad no hay conflictos entre clases, entre la nación y las potencias extranjeras, ni entre el pueblo y las corporaciones. Dijo que el conflicto principal, que él venía a solucionar, era entre la casta y los argentinos de bien. Eso fue una estafa, fue humo, un discurso poderosamente financiado por intereses nacionales y extranjeros, con una parafernalia inmensa que tiene a Milei como mascaron de proa”.
En otro tramo de su discurso, Axel Kicillof afirmó que “lo que proponen es destruir el Estado desde su raíz”. Insistió que el presidente “quiere hacerle creer a los argentinos que vivirían mejor sin Estado. Es tan absurdo, pero tan perverso a la vez”.
Indicó que en la provincia de Buenos Aires “el único prestador de salud, de educación y de obra pública es el Estado. Tenemos una enorme disputa con una ultraderecha reaccionaria y despiadada que dice cosas y después tiene resultados espantosos, pero les echa la culpa a otros. Este 7 de septiembre van a ver quién gana la batalla cultural en el Provincia”.
Kicillof también advirtió que “si uno mira desde 1945 a esta parte, lo que se hizo con el sistema de salud y la educación en el país, vemos que teníamos un Estado robusto y que lo que lo hizo más débil y lo deterioró no fueron las políticas del campo popular sino las experiencias neoliberales que vivió la Argentina. La derecha argentina cuando gobierna destruye el Estado y después le toca al peronismo reconstruir lo que la derecha rompe".