Charly Pisoni aseguró que la restitución de la identidad del nieto 140 “es una gran alegría” sobretodo “en medio de un Gobierno negacionista” de los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar.
Se trata del hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz que fue apropiado en Bahía Blanca y se encontraba viviendo en la ciudad autónoma de Buenos Aires. Su familia de origen tenía una tradición militante. Su abuelo y su papá militaban en el PC. Su papá y su mamá se conocieron en las luchas estudiantiles de los 60 y continúan su militancia en el PRT. Y en el momento más duro de la dictadura se refugian en Cutral Có, Neuquén para salvaguardar su vida. Pero, los encuentran, los llevan al centro clandestino de esa ciudad, para luego trasladarlos al centro “La Escuelita” en Bahía donde Graciela da a luz.
En contacto con “Napalm” por “Radio Provincia” el joven integrante de la agrupación HIJOS estacó que ayer el mensaje era “al fin una buena noticia” y en definitiva “ese es el mensaje que quieren transmitir las Abuelas: que a pesar de tanto dolor, tanta tristeza la verdad llega. Y acá la verdad llegó con el nieto 140”.
Seguido detalló que “son búsquedas que duran años” y enfatizó que en el último caso se trata de un hombre que “lleva 48 años que vivió con una identidad falseada, con una identidad robada, apropiada; con otro nombre y otro día de cumpleaños. Además, le decía papá a quien no era su verdadero padre”.
Pero “hoy una familia que lo buscó mucho tiempo, una abuela que integró Abuelas de Plaza de Mayo, y una hermana que aún integra la filial de Mar del Plata continuo la búsqueda y en esa búsqueda encontró el objetivo de su vida: Buscar a su hermano y encontrarlo. Y hoy ya están juntos” describió, Pisoni y enfatizó que “es una gran alegría después de tanta muerte, después de tanta tristeza. Y en medio de un gobierno negacionista estos encuentros dan más fuerza para seguir militando”.
Asimismo contó lo angustioso de la búsqueda al señalar: “Nosotros sabemos que a nuestros viejos los desaparecieron, no sabemos qué pasó con sus cuerpos pero fueron asesinados. Pero imagínense tener que buscar a un hermano que no saben quién es, y quizás te lo cruzas en el cine en el bar… porque la persona está viva”.
Por otra parte Pisoni condenó al pacto de silencio que aún prevalece entre los militares condenados porque se estiman que son alrededor de 500 los bebes apropiados por el Proceso, y todavía quedan por encontrar cerca de 300. “Los genocidas, no tienen ni un poco de dignidad, porque van a los juicios, están sentados en el banquillo de los acusados, saben dónde están los niños apropiados porque los entregaron. Saben y no lo dicen. Qué vida miserable tenes que tener para no decir dónde están los bebes apropiados, que hoy ya son personas adultas, en los últimos días de tu vida”.
El entrevistado aclaró que uno podría decir que los genocidas no hablan porque “no hay ninguna reducción de pena si lo hacen” y consideró que “es una discusión para dar. Y me gustaría darla para llegar a la verdad”.
“Segundo,-agregó- que están compartiendo pabellón. Y si bien hoy son minorías los que están detenidos (2 de cada 10), imagínate lo que podía suceder internamente con el que hablaba. Y tercero el mandato militar, la obediencia de vida que la siguen hasta su muerte, llevándose todos los secretos a la tumba”.
Y por ello consideró que cuando desde el Gobierno, los negacionistas “nos plantean esta discusión acerca de la verdad de las cifras” lo que hay que responder es que “quienes tienen que decirnos las cifras son ellos. Así que si quieren dar la discusión, que le pregunten a sus amigo; porque si no hay cifras oficiales porque nunca nos dijeron cuántos eran”.