En contacto con “Es Un Montón” por “Radio Provincia” Gabriel Di Meglio, historiador y ex director del Museo Histórico Nacional dijo que le comunicaron su separación del cargo como “una decisión política” y “extraoficialmente me dijeron que ésta tenía que ver con algunas notas periodísticas donde comenté la falta de presupuesto” del espacio “que es algo que aqueja gravemente a todos los museos nacionales”.
Seguido explicó que esta falta de financiamiento “es peligroso para las instituciones” porque la mayoría están “en edificios muy antiguos, mantenerlos tienen un costo y es grave que se dañen porque son fundamentales para Argentina, no son algo menor”.
Asimismo enfatizó que después “a nivel de los guiones del Museo, nunca se me dijo nada directamente. A parte si fuera por ello, incluso se me podría haber sacado al comienzo de la gestión” así que “no creo que mi despido haya tenido que ver con eso”. Y lamentó que tras su separación del cargo “quedará trunco” el proceso iniciado para “renovar el guión general de la historia argentina”.
“Habíamos iniciado un proceso para renovar cada sala del Museo y rearmarlas en función de las novedades que se investigan en la historiografía, incorporando las novedades que se estudian en las universidades, en el CONICET y que han cambiado la forma de ver el pasado argentino”, relato.
Por otra parte, señaló que también “hubo una situación mediática más” respecto a la titularidad del sable de San Martín que desde 2015 se encuentra en las instalaciones del Museo y custodiado por granaderos; porque “hubo un pedido del Ministerio de Defensa a la Secretaría de Cultura para entregarlo al Regimiento de Granaderos”. Pero “pertenece legítimamente al Museo, porque le fue donado por la hija de Rosas”. Por eso “yo fui enfático en la necesidad de que se mantenga ahí”, aclaró y continuó: “Sacarle el sable es debilitarlo profundamente porque -junto con una bandera de Belgrano- son las piezas más valiosa que éste posee”.
Finalmente, Di Meglio volvió sobre las políticas de ajuste del gobierno nacional y destacó que “es muy dura la situación para todo lo que es público. El CONICET está muy golpeado, e igual es la situación en las universidades. Hay una ofensiva fuerte para todo lo que es cultura, educación, salud y a largo plazo va a tener consecuencias muy malas” para el país.