Con la presencia de las principales referencias políticas del PJ entre las que se encontraba el gobernador Axel Kicillof, Cristina Fernández de Kirchner hizo un repaso histórico donde mencionó, entre otros momentos, a las víctimas de los fusilamientos de José León Suárez y los vinculó a la actual coyuntura.
"Los hechos de hoy no hacen más que confirmar que la casualidad no es una categoría política", dijo, al tiempo que señaló que, a diferencia de lo sucedido en gran parte del siglo XX, “hoy ya no son necesarios los golpes de Estado, ahora es el Partido Judicial, otro PJ” bromeó, el factor que atenta contra los gobiernos que adoptan medidas en favor de las mayorías.
“Ya no los mandan a Panamá para aprender cómo se reprime, sino a cursos de derecho en Miami”, sostuvo, y en ese sentido aseveró: “bastó que hace una semana anunciáramos una candidatura para que se desataran los demonios, porque este modelo tiene fecha de vencimiento, se agota, lo sabemos porque es una copia de lo que hizo Martínez de Hoz” y luego “la Convertibilidad” en los 90’.
La ex presidenta advirtió que “se están preparando para desarmar la organización popular porque siempre el pueblo siempre se termina organizando en defensa propia”, y que “este gobierno cachivache va a fracasar porque han fracasado estos modelos históricamente".
“Nadie puede avanzar si no sabe de dónde viene, difícilmente se pueda llegar a buen puerto. Por eso es muy importante organizarse, no vernos como militantes electorales sino políticos, tenemos que organizar a la sociedad para articular y difundir las ideas, lo que pasa, ayudar a interpretar. La gente tiene muchos problemas y los sectores más jóvenes desconocen parte de la historia”, indicó.
"No somos como esa derecha mafiosa que se profuga del país al Uruguay, vuelve a los 3 años y los sobreseen” dijo refiriéndose a Pepín Rodríguez Simón. “Los peronistas estamos acá y vamos a seguir estando acá", enfatizó.
Cristina Fernández expresó que “el rol de cada compañero y compañera tiene una inmensa responsabilidad: la unidad, siempre y cuando el primero sea yo, no se construye, sino que sea una unidad que asegure la construcción de la victoria como lo hicimos en 2019”
Finalmente, manifestó: “soy una fusilada que vive en definitiva, y no me va alcanzar la vida para agradecerle a Dios estar viva”, en relación al intento de magnicidio que sufriera en 2022.
"Es hora de que todos los argentinos nos sentemos en serio a discutir qué pasó en la Argentina. Porque hubo una Argentina industrial, de los trabajadores de la que yo soy hija. Mi papá fue colectivero y yo llegué a ser presidenta de la Nación", concluyó.