En contacto con “El Repaso”, por Radio Provincia, dijo que “la industria ya viene golpeada desde al año pasado por una fuerte caída del consumo y ahora se sumó el ingreso de prendas tejidas e hilados importados, por la desregulación total del gobierno a las importaciones y la quita de aranceles, lo que golpeó aún más nuestro entramado productivo”.
Agregó que “las estadísticas marcan que se trae muchísima más cantidad de productos importados a menor precio y esto puede inducir a maniobras “raras” porque al eliminar todo tipo de controles puede haber subfacturación y eso habilita la comercialización en negro”.
El empresario sostuvo también que “el problema de la Argentina es la parte comercial porque una zapatilla de marca, hecha en Vietnam, acá se vende a 200 dólares y en Estados Unidos a 100. La ropa de Zara -añadió- en Brasil cuesta un 70% más barata que en Argentina”.
“Cuando compramos un jean de marca de 100 mil pesos -continuó- la parte industrial que nos corresponde a nosotros no representa más del 10% o sea que fabricarlo cuesta pesos 10 mil, el problema son los otros 90 mil. El 50 % son impuestos y el resto es la financiación de los bancos”.
Finalmente, Galfione advirtió: “Toques lo que toques en la Argentina todo escaro y la ropa se nota porque es la segunda prioridad, después de los alimentos. En la Argentina siempre se importó de todo, pero antes era el 50 % y ahora es el 70%. El sector textil entre 2021 y 2023 invirtió más de mil 400 millones de dólares en tecnología. Hoy tenemos fábricas de clase mundial con índices de productividad de los mejores del mundo y gente capacitada en todos los eslabones de la cadena”.
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