En diálogo con Laboratorio de Ideas, consideró que “aún es muy difícil hacer predicciones” en relación al potencial de Argentina como productor de inteligencia artificial”, y planteó que “hay que ver cómo se está jugando en este momento, y sobre qué producto de intereses comerciales”.
Además, ponderó que “la información está oscurecida y mezclada con lo que en inglés se llama hype, que es una exageración que tiene que ver con intentar vender la IA”.
Luego, advirtió que “antes de hablar de las potencialidades hay que mencionar que todavía no hay demasiada claridad, pero algunos pensamos que va a haber un impacto muy fuerte sobre el mundo del empleo, y que eso va a afectar diferencialmente a los países centrales y a los países periféricos: adivinen si para los periféricos va a ser mejor o peor”, ironizó.
“Probablemente nos toquen alguna de las consecuencias negativas de ese recambio que va a haber en lo laboral”, aunque en países centrales se “hacen predicciones sobre que más que un eventual reemplazo” en las tareas que hoy hace el ser humano “haya complementación” con la tecnología.