Claudia Piñeiro lanzó recientemente la novela La muerte ajena y sobre la misma precisó: “Es ficción. Pero si es cierto que a mí las novelas me aparecen como una imagen y en este caso la imagen me apareció después de un hecho real, que es que hace un tiempo cayó una chica en Recoleta y todavía no se sabe exactamente qué pasó, si se cayó o si la tiraron. Me quedó esa imagen muy grabada y empezó a cómo generarse la ficción a partir de ella”.
Asimismo, contó: “Yo escribo porque tengo ganas de contar historias. La justicia es otra cosa me parece, pero si hay algo ahí que uno intenta ponerle orden a un caos que no se termina de explicar. Hay una frase de la novela que dice 'la ficción es la única que se atreve a cambiar la muerte', porque digamos esa chica murió y yo en la novela puedo inventar que no murió por ejemplo. A veces reparas cosas de la realidad a partir de irte por otros hilos de la historia”.
“Uno le va prestando cosas a los personajes. La forma en que la periodista entra a la radio y se saluda con el muchacho que está en la entrada, es la misma forma que me saludaba con Walter cada vez que entraba a Radio con vos. La ceremonia esa es mía, vos tenes que darle cosas a los personajes y muchas las tomas de tu realidad, ahora después yo no soy esa periodista. Si es cierto también que, de mis novelas, es la que tiene más referencias a hechos concretos de la realidad”, detalló en diálogo con el programa Narraciones Extraordinarias.
Por otra parte, la escritora y periodista se refirió al tema de la prostitución: “Siempre nos piden decir de que lado estamos y a veces dudamos, a veces no sabemos exactamente de que lado estamos. En este hecho en particular, el feminismo sigue discutiendo y me parece bien que así sea. Yo escucho a las abolicionistas y te dicen 'bueno pero ninguna mujer elige libremente ser trabajadora sexual' y puede ser que tengan razón, pero después te cruzas con las trabajadoras sexuales y dicen 'de dónde sacas que yo no lo elijo libremente'. ¿Una mujer que limpia los baños en Retiro elige libremente? Es verdad que solo cuestionamos la libertad de elección cuando está la cuestión sexual de por medio, es medio hipócrita eso”.
Ya sobre el cierre, señaló que “yo tengo miedo, a mí cuando me agreden y me dicen ciertas cosas no me resulta nada lindo, todas esas cosas me afectan. La violencia verbal y la descalificación que una ve todo el tiempo desde el gobierno y también desde personas que no son del gobierno pero se contagiaron, a mí me dan miedo. Ahora, ese miedo no me llega a paralizar, pero no quiere decir que no lo sienta. Me parece que no está mal que tengamos miedo, estamos en riesgo, fíjate lo que pasó en la marcha de los jubilados”.